La Justicia francesa ha emitido una orden de detención contra el expresidente de Siria Bashar al-Ásad por los «crímenes» cometidos durante su mandato, ha informado este martes el ministro galo de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot.
El ministro francés ha señalado que «crímenes» como los que se habrían cometido en la cárcel de Sednaya, al norte de Damasco, «no deben quedar impunes» y por ello «Francia está y seguirá estando movilizada para garantizar que se haga justicia con los sirios».
Esta prisión militar, en la que se estima que unas 150.000 personas podrían haber estado encarceladas allí, está considerada como un «matadero» y donde, al parecer, los oficiales de al-Ásad torturaron y mataron a multitud de individuos a «escala industrial». De acuerdo con Naciones Unidas, estas instalaciones son «tristemente célebres» por las «crueldades» que se cometieron entre sus muros.
Tras la ofensiva relámpago de las fuerzas rebeldes de Siria, dirigidos por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), miles de personas fueron liberadas de Sednaya. Los llamados Cascos Blancos, después de liberar a unos 50.000 presos, temen que entre 50 y 100 personas podrían haber sido ejecutadas a diario y luego quemadas en hornos.
La visita de Albares
Precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, José Manuel Albares, tuvo ocasión de visitar el pasado 16 de enero la antigua prisión de Sednaya. El jefe de la diplomacia recorrió sus celdas, tanto las grupales en las que se llegó a agolpar a hasta 70 personas, como las individuales en las que se hacinaba hasta a tres, así como las salas en las que se torturaba a los detenidos.
Albares viajó a Siria la semana pasada para reunirse con el nuevo ‘líder de facto’ del país, Ahmed al Shara, quien le dio «garantías» de que van a seguir por el camino correcto y respetando las líneas rojas que les ha trasladado.